¿Qué es la faringitis?
La faringitis es una inflamación del revestimiento y las estructuras subyacentes de la faringe. La faringitis aguda es una de las afecciones más frecuentes por las que acuden los niños al pediatra.
Existen dos tipos de faringitis:
- Faringitis viral: causada por virus, se identifica por el enrojecimiento de la garganta y la inflamación.
- Faringitis viral: causada por virus, se identifica por el enrojecimiento de la garganta y la inflamación.
- Faringitis bacteriana - causada por bacterias, se identifica por la presencia de depósitos purulentos.
Para un tratamiento adecuado es importante identificar la causa.
Las causas más comunes de la faringitis son:
- infecciones bacterianas o víricas; los virus más frecuentemente implicados son: rinovirus, adenovirus, virus de la gripe, paragripal, coronavirus, y entre los factores bacterianos implicados se encuentran: estreptococo beta hemolítico del grupo A, Haemophilus influenzae, estafilococo, neumococo.
- Exposición repetida a irritantes: humo de cigarrillo, vapores, productos químicos, medicamentos;
- enfermedad por reflujo gastroesofágico.
Faringitis sintomática
El primer signo más común de la faringitis aguda es una sensación de irritación en la garganta. Ésta se hace cada vez más intensa y el dolor puede empezar ya el primer día. El punto álgido del dolor de garganta se alcanza 2-3 días después del inicio, cuando la inflamación, la tos y a veces la fiebre aparecen al mismo tiempo.
La faringitis aguda es una afección muy común en los Estados Unidos.
En los niños, suele haber fiebre, pero no siempre, y el estado general es relativamente bueno mientras no haya complicaciones. Sin embargo, se produce falta de apetito.
Las acusaciones pueden incluir también:
- oboseal
- dolores de cabeza y corporales
- strănut
- Secreciones nasales
- máuseas o vómitos
La mayoría de los casos de faringitis desaparecen sin tratamiento en una semana o menos. En algunos casos, sin embargo, es necesario un tratamiento médico para la faringitis. Esto es especialmente cierto si la faringitis está causada por una infección bacteriana. En estos casos, su médico le recetará antibióticos.
Hay que tener en cuenta que el tratamiento inadecuado de la inflamación aguda, así como los efectos negativos de una serie de otros factores patógenos (tabaco, polvo, sustancias nocivas, alcohol, rinitis, sinusitis, etc.) pueden conducir a la faringitis crónica.
Tratamiento de la faringitis
Los médicos recomiendan un tratamiento dependiendo de la causa subyacente de la faringitis. Por ejemplo, para tratar una infección bacteriana, el especialista puede prescribir un tratamiento de antibióticos orales como amoxicilina o penicilina. Los antibióticos están destinados a aliviar los síntomas y prevenir complicaciones como la fiebre reumática. Es esencial seguir el tratamiento antibiótico completo hasta el final para asegurarse de que la infección ha desaparecido y evitar que se vuelva a producir.
El tratamiento con antibióticos debe ser de larga duración.
El tratamiento sintomático incluye:
- AINE y AINE: Paracetamol, Ibuprofeno, Naproxeno, Diclofenaco, Ketoprofeno;
- Anestésicos locales: benzocaína, lidocaína, benzidamina;
- Sprays/aerosoles para faringitis y pastillas para chupar con efecto antiséptico y anestésico local: Faringo spray, Faringosept, Laridep, Decasept, Septolete, Septosol, Trachisept, Proposept etc.)
Profilaxis en la faringitis
Los principales factores de riesgo en la rinofaringitis recurrente son la ausencia de alimentación natural, la asistencia a comunidades infantiles, el tabaquismo - pasivo y activo, la infección crónica de la vegetación adenoidea, la contaminación atmosférica, las condiciones socioeconómicas y familiares, la deficiencia de vitaminas y minerales, el terreno alérgico, el reflujo gastroesofágico. La detección precoz y la corrección de estos factores pueden conducir a la reducción de los episodios de faringitis.