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Cómo reconocer y tratar la psoriasis

En este artículo:
Simptomele psoriazisului
Diagnosticul psoriazisului
Cum se tratează psoriazisul?
Cum să preveniți recidiva psoriazisului?
Importanța unei abordări complexe în tratamentul psoriazisului
Cómo reconocer y tratar la psoriasis

La psoriasis es una enfermedad crónica de la piel en la que el cuerpo se cubre de placas con escamas plateadas. Estas pueden aparecer en los codos, el abdomen, la espalda, la cabeza y otras áreas. En los casos leves, los síntomas son casi imperceptibles, mientras que en los graves, las articulaciones pueden verse afectadas, lo que eventualmente conduce a la discapacidad.

La psoriasis ya aparecía en las descripciones de los médicos en el Antiguo Egipto y la Antigua Grecia, pero en esa época no se consideraba una enfermedad cutánea independiente. En la Edad Media, a menudo se confundía con la lepra debido a las similitudes en las manifestaciones externas, lo que provocaba que estas personas fueran aisladas, incluso de sus propios familiares.

A finales del siglo XVIII, el dermatólogo Robert Willan identificó por primera vez la psoriasis como una patología separada, aunque la enfermedad aún se confundía con el eccema y la sífilis. Solo en 1841, el dermatólogo austríaco Ferdinand von Hebra introdujo el término "psoriasis", que sigue utilizándose hoy en día.

Los dermatólogos distinguen los siguientes tipos (subtipos) de esta enfermedad:

  • Psoriasis en placas crónica – la forma más común: representa alrededor del 80% de todos los casos de la enfermedad. Generalmente afecta las superficies externas de las rodillas y los codos, así como el cuero cabelludo, donde la piel se cubre de placas rojizas con bordes claros y escamas;
  • Psoriasis en gotas – menos frecuente, suele comenzar en niños y jóvenes como una erupción aguda en forma de pápulas (pequeños granos) y placas pequeñas (menos de 1 cm de diámetro). Importante: En la mayoría de los casos, la psoriasis en gotas se desarrolla después de una amigdalitis estreptocócica;
  • Psoriasis pustulosa – es una forma grave de la enfermedad, cuyas complicaciones pueden poner en peligro la vida. Se manifiesta con malestar, fiebre, aumento del número de leucocitos en la sangre y disminución de los niveles de calcio, diarrea, y en casos graves, puede afectar el hígado y/o los riñones, causar trastornos respiratorios e incluso sepsis;
  • Psoriasis eritrodérmica – forma rara en la que toda la piel (o la mayor parte) se enrojece y comienza a descamarse. Esto altera las funciones de barrera de la piel, lo que puede provocar desequilibrios electrolíticos, deshidratación e infecciones secundarias (sepsis).

También se distinguen tres formas de psoriasis con una localización característica de las placas:

  • Psoriasis intertriginosa, o inversa – afecta áreas entre los glúteos y debajo de las mamas, la ingle y el periné, los genitales, las axilas. Lo distintivo de esta forma es la casi completa ausencia de escamas, lo que a menudo lleva a confundirla con una infección fúngica o bacteriana de la piel;
  • Psoriasis ungueal – la afectación de las uñas puede ser el único síntoma de la enfermedad, pero con mayor frecuencia se asocia con la artritis psoriásica;
  • Psoriasis palmo-plantar – se caracteriza por la aparición de grietas dolorosas en la piel de las palmas y las plantas de los pies; también pueden verse afectadas las uñas.

Causas principales de la psoriasis

No existe una causa única de la psoriasis. Esta enfermedad no es causada por virus, bacterias ni hongos, lo que significa que ninguna de sus formas es contagiosa.

Recuerde: una persona con psoriasis es completamente inofensiva para los demás, incluso en contactos cercanos.

¿Por qué ocurre la psoriasis? Es una enfermedad crónica de la piel en la que los queratinocitos (células de la epidermis) proliferan, mientras que la epidermis y la dermis se inflaman.

La psoriasis no se clasifica como una enfermedad autoinmune clásica, pero el sistema inmunológico juega un papel importante en su desarrollo. Son las células inmunitarias (linfocitos T, células dendríticas y citocinas) las que causan los cambios en la piel que afectan la calidad de vida de las personas.

Los siguientes factores pueden desencadenar el desarrollo de la enfermedad:

  • Predisposición hereditaria – el 40% de las personas con psoriasis tienen antecedentes familiares de la enfermedad. Además, es más frecuente en gemelos monocigóticos ("idénticos") que en mellizos;
  • Factores genéticos – existen ciertos genes responsables de la "susceptibilidad a la psoriasis" (por ejemplo, PSORS1 o HLA-Cw6);
  • Infecciones – el estreptococo hemolítico del grupo A (causante de la amigdalitis bacteriana) o el VIH a menudo desencadenan el inicio de la psoriasis en gotas;
  • Hábitos nocivos (alcohol y tabaquismo) – no solo aumentan el riesgo de desarrollar psoriasis, sino que también agravan la enfermedad;
  • Obesidad – la psoriasis es más común en personas con sobrepeso;
  • Algunos medicamentos – los fármacos "para la presión" (betabloqueadores), el litio, los medicamentos contra la malaria y la tetraciclina pueden causar erupciones similares a la psoriasis o agravar los síntomas cutáneos en personas con psoriasis;
  • Deficiencia de vitamina D – aunque aún no está claro si su deficiencia influye en el desarrollo de la enfermedad, los niveles bajos de vitamina D son comunes en personas con psoriasis;
  • Estréssegún estudios, no hay pruebas concluyentes de la relación entre el estrés y el inicio de la psoriasis en adultos. Sin embargo, los dermatólogos afirman que la enfermedad a menudo comienza después de situaciones emocionales intensas o estrés crónico.

También se consideran desencadenantes de la psoriasis lesiones y quemaduras solares.

Síntomas de la psoriasis

Los signos característicos de la psoriasis son placas, que son erupciones rojas bien delimitadas cubiertas de escamas. Estas pueden descamarse (a veces de manera intensa) y causar picazón, aunque la enfermedad también puede ser asintomática.

Las placas de la psoriasis suelen localizarse en el cuero cabelludo y en las extremidades (codos y rodillas), en el sacro y en los glúteos. También pueden afectar los genitales, el ombligo, la piel de las cejas y las axilas.

El color de las placas depende del color de la piel de la persona: en personas de piel oscura suelen ser violáceas, mientras que en personas de piel clara suelen ser rosadas o rojas. Sin embargo, las placas se distribuyen y descaman independientemente de la raza.

Cuando las placas se vuelven muy numerosas, se fusionan cubriendo grandes áreas del cuerpo, lo que causa una gran incomodidad, no solo por las sensaciones físicas, sino también por su aspecto poco atractivo.

La psoriasis es una enfermedad estigmatizante – lamentablemente, muchas personas aún consideran que quienes la padecen son contagiosos y peligrosos para los demás. Esto puede disminuir la autoestima y llevar a la obsesión con la enfermedad, al aislamiento social e incluso a la depresión.

El diagnóstico precoz de la psoriasis no es difícil debido a la apariencia característica de las placas psoriásicas y su distribución. Además, los médicos identifican dos signos específicos:

  • Signo de Auspitz – aparición de gotas de sangre después de raspar las escamas de una placa;
  • Fenómeno de Koebner – aparición de placas en las áreas donde la piel ha sido lesionada.

Las uñas en personas con psoriasis también presentan cambios característicos – se cubren de pequeñas hendiduras y pueden empezar a desmoronarse, apareciendo manchas rojas en la lúnula. Si la enfermedad afecta el lecho ungueal, la uña adquiere un color amarillo-marrón similar al del aceite de motor. Este fenómeno se conoce como "signo de la mancha de aceite". Además, las uñas pueden engrosarse (hiperqueratosis), destruirse (onicólisis) e incluso pueden producirse hemorragias subungueales.

Con frecuencia, la psoriasis ungueal (cuando no se acompaña de placas en el cuerpo) se confunde con onicomicosis – una infección fúngica de las uñas.

Psoriasis en niños

Aproximadamente el 30% de las personas con psoriasis experimentan su primer brote durante la infancia (los adolescentes son más propensos a la enfermedad que los bebés). En los niños, la enfermedad a menudo comienza después de una infección estreptocócica o estafilocócica, varicela, enfermedad de Kawasaki, lesiones o estrés severo.

Al igual que en los adultos, en los niños la psoriasis generalmente se presenta como psoriasis en placas crónica – con la aparición de placas redondeadas cubiertas de finas escamas que se asemejan a la mica. Sin embargo, un tercio de los niños tiene psoriasis en gotas.

Las placas suelen localizarse en los codos y las rodillas, aunque en los bebés pueden cubrir toda el área del pañal (esta forma se conoce como "psoriasis del pañal"). Además, en el 4-5% de los niños, la única manifestación de la enfermedad puede ser lesiones en la cara – manchas descamativas en las cejas, en los pliegues nasolabiales y alrededor de la boca.

En el 75-80% de los niños, las placas se localizan en el cuero cabelludo, siendo más frecuente en las niñas. Los médicos atribuyen esto al fenómeno de Koebner – en las niñas, el cuero cabelludo es más propenso a lesionarse durante el peinado o el lavado vigoroso con champú.

También en los niños puede presentarse "psoriasis paradójica" – la aparición de placas características en el cuerpo durante el tratamiento con inhibidores biológicos del factor de necrosis tumoral.

Diagnóstico de la psoriasis

El diagnóstico de "psoriasis" generalmente se establece durante un examen clínico. Los cambios en la piel son tan característicos en la mayoría de los casos que no presentan dificultades diagnósticas.

Sin embargo, en algunos casos, los dermatólogos deben realizar una biopsia del área afectada con tinción del tejido, ya que otras enfermedades cutáneas pueden parecerse a la psoriasis:

  • eccema;
  • dermatitis seborreica;
  • liquen crónico simple, rosado o plano;
  • dermatitis de contacto;
  • dermatofitosis;
  • forma cutánea del lupus eritematoso;
  • sífilis secundaria.

Importante: si un paciente presenta placas aisladas en el tronco que no responden al tratamiento estándar de la psoriasis y no tiene otros síntomas, debe descartarse el carcinoma de células escamosas in situ – la enfermedad de Bowen.

A veces, la psoriasis ungueal puede parecerse mucho a la onicomicosis, por lo que las uñas se tiñen y se examinan para detectar infecciones fúngicas.

Atención: realizar pruebas genéticas para diagnosticar la psoriasis no es aconsejable.

Autoevaluación de la piel en personas con psoriasis

Aunque solo un médico puede diagnosticar la psoriasis, es útil que los pacientes realicen un seguimiento del estado de su piel para detectar oportunamente un brote o la progresión de la enfermedad, y evaluar la efectividad del tratamiento.

Debe prestarse atención a los siguientes indicadores:

  • superficie afectada;
  • enrojecimiento de las placas (indicador de la intensidad de la inflamación);
  • descamación;
  • picazón y otras sensaciones desagradables;
  • cambios en las uñas.

Si las placas se extienden por todo el cuerpo, se inflaman, provocan picazón intensa y las uñas presentan hoyuelos o cambian de color, es fundamental acudir a un médico para ajustar el tratamiento.

¿Cómo tratar la psoriasis?

No es posible curar completamente esta enfermedad, por lo que la cuestión de cómo aliviar los síntomas de la psoriasis sigue siendo relevante en dermatología. Debido a los mecanismos complejos de las alteraciones en la piel, los médicos utilizan una variedad de tratamientos para abordarla.

El tratamiento moderno y efectivo de la psoriasis incluye:

  • terapias tópicas;
  • fototerapia;
  • terapia sistémica.

Terapias tópicas

El tratamiento local puede ser bastante eficaz en casos leves a moderados de psoriasis en placas. Los medicamentos tópicos incluyen:

  • Corticosteroides (hormonas) – en forma de cremas o ungüentos, generalmente se aplican dos veces al día bajo vendajes oclusivos. En casos graves, los corticosteroides pueden administrarse mediante inyecciones directamente en la lesión. Atención: los corticosteroides sistémicos (en tabletas o inyecciones) no se utilizan para tratar la psoriasis, ya que pueden empeorarla o incluso provocar su progresión a una forma grave pustulosa;
  • Análogos de la vitamina D3 – como las cremas que contienen calcipotriol. Reducen la proliferación de queratinocitos. Los médicos pueden recetar calcipotriol como monoterapia o en combinación con corticosteroides tópicos – aplicando calcipotriol durante 5 días a la semana y una combinación de calcipotriol y corticosteroides los otros 2 días;
  • Inhibidores de la calcineurina (tacrolimus o pimecrolimus) – no son tan efectivos como los corticosteroides, pero tienen un menor riesgo de efectos secundarios;
  • Tazaroteno – un retinoide tópico con acción queratolítica significativa que puede aplicarse en la cara. Generalmente se prescribe para placas psoriásicas grandes;
  • Roflumilast – un inhibidor de la fosfodiesterasa-4 utilizado como tratamiento suave para lesiones en la cara, área anogenital y axilas;
  • Ácido salicílico – suaviza las escamas y acelera su desprendimiento, especialmente en el cuero cabelludo, donde suelen ser más densas;
  • Alquitrán de hulla y antralina – reducen la inflamación y la proliferación excesiva de queratinocitos. Su mecanismo de acción aún no se comprende completamente.

Fototerapia

Hasta hace poco, la fototerapia era el principal método para tratar la psoriasis, pero su uso ha disminuido debido a la disponibilidad de tratamientos sistémicos.

El mecanismo de acción de la fototerapia no está completamente comprendido, pero se sabe que los rayos ultravioleta ralentizan la síntesis de ADN y suprimen moderadamente el sistema inmunológico. La terapia PUVA es la más utilizada: consiste en la administración oral de un fotosensibilizador (psoraleno) seguido de exposición a la luz ultravioleta de onda larga (UV-A). Esta combinación reduce significativamente la proliferación de células cutáneas.

Importante: aunque la fototerapia es fácil de aplicar y conveniente, tiene una desventaja significativa: este tratamiento puede causar quemaduras y, en algunos casos, desencadenar el desarrollo de cáncer de piel inducido por UV o melanoma.

Una de las opciones modernas de fototerapia es el tratamiento de las placas psoriásicas con un láser excímero de 308 nm.

Terapia sistémica

Los médicos recurren a la terapia sistémica cuando los tratamientos tópicos y la fototerapia no son suficientes. Los medicamentos más utilizados incluyen:

  • Metotrexato – eficaz en casos graves de psoriasis discapacitante, pero es tóxico y requiere un control regular de la función hepática y renal, así como de los parámetros sanguíneos;
  • Ciclosporina – generalmente se usa por no más de unos meses debido a su potencial para causar efectos secundarios;
  • Micofenolato de mofetilo – una alternativa para aquellos que no responden o no toleran el metotrexato o la ciclosporina;
  • Retinoides sistémicos – utilizados para tratar formas graves y resistentes de psoriasis vulgar y pustulosa. Estos medicamentos son efectivos, pero muy teratogénicos (algunos retinoides pueden causar malformaciones fetales incluso si el embarazo ocurre 2-3 años después de finalizar la terapia).

Entre los tratamientos más recientes para la psoriasis se encuentran los medicamentos biológicos – anticuerpos monoclonales terapéuticos:

  • inhibidores del TNF (etanercept, adalimumab);
  • inhibidores de la interleucina-23 (risankizumab, guselkumab);
  • inhibidores de la interleucina-17 (secukinumab, brodalumab).

La eficacia y seguridad de los medicamentos biológicos para el tratamiento de la psoriasis y la artritis psoriásica se están estudiando ampliamente en estudios modernos.

Atención: los dermatólogos pueden recomendar el uso de suplementos que contengan vitamina D (en caso de deficiencia confirmada), así como suplementos dietéticos con zinc y ácidos grasos Omega-3.

Tratamiento de la psoriasis con métodos populares

Aunque los métodos populares para tratar la psoriasis (como decocciones de celidonia y bardana, infusiones de sucesión, alquitrán de abedul) son muy populares, no pueden reemplazar la terapia tradicional y son mucho menos efectivos. El uso inadecuado de estos remedios populares puede incluso empeorar el estado de la piel, causar irritación y agravar la enfermedad.

Psoriasis y dieta

Una dieta adecuada no curará la psoriasis, pero puede prevenir el empeoramiento de la enfermedad. Los dermatólogos recomiendan seguir la dieta de Pegano para las personas con psoriasis:

  • evitar alimentos procesados, azúcares refinados, carne roja y alcohol;
  • consumir más pescado, grasas saludables, verduras, frutas y verduras de hoja verde.

Cuidado de la piel

El cuidado de la piel a menudo influye en el curso de la enfermedad y la frecuencia de sus brotes.

Para la psoriasis, los emolientes son muy efectivos. Estos son cremas y ungüentos que contienen vaselina, parafina y aceites vegetales hidrogenados.

Aplicar emolientes dos veces al día y después del baño (o de lavarse las manos) ayuda a reducir la descamación.

Atención: al comienzo del uso de emolientes, las placas pueden parecer más inflamadas (hiperémicas) debido al desprendimiento de escamas.

Los emolientes tienen muy pocos efectos secundarios (en raras ocasiones pueden causar reacciones alérgicas) y son efectivos para aliviar los síntomas de la psoriasis leve a moderada.

También es importante seguir algunas reglas simples:

  • El sol es beneficioso para la psoriasis, ya que los rayos UV ralentizan la proliferación de los queratinocitos, pero una exposición excesiva al sol puede provocar cáncer de piel. Por lo tanto, siempre debe usarse protector solar;
  • Es mejor evitar jabones, champús y geles corporales con alto contenido de colorantes y fragancias;
  • Bañarse con agua tibia o fresca – el agua caliente reseca la piel;
  • Aunque las escamas gruesas pueden ser desagradables, deben eliminarse con cuidado, por ejemplo, después de ablandarlas con un emoliente o aplicando ácido salicílico.

¿Cómo prevenir los brotes de psoriasis?

No existen métodos efectivos para prevenir la psoriasis, pero es posible evitar los brotes.

En primer lugar, es importante evitar el estrés, o al menos aprender a manejarlo si es inevitable. Las técnicas de relajación como el yoga, la meditación, la respiración profunda o incluso simples paseos al aire libre, ver películas favoritas o leer libros pueden ser útiles.

También es necesario "controlar" los factores desencadenantes. Se sabe que una infección estreptocócica puede provocar un brote de psoriasis, por lo que ante la aparición de dolor de garganta, es mejor no automedicarse y consultar a un médico general o un otorrinolaringólogo.

Es fundamental proteger la piel de lesiones, ya que cualquier daño puede desencadenar el fenómeno de Koebner, lo que resultará en un aumento en el número de placas. No olvide protegerse las manos durante la práctica de deportes o al trabajar con objetos afilados.

La psoriasis tiende a "preferir" la piel seca, por lo que además de las cremas hidratantes, también se recomienda el uso de humidificadores en los espacios interiores, especialmente en invierno.

Una excelente manera de prevenir los brotes de psoriasis es llevar un estilo de vida activo, una alimentación equilibrada y evitar los malos hábitos (alcohol, tabaquismo). Un cuerpo sano suele significar una piel sana, y viceversa.

La importancia de un enfoque integral en el tratamiento de la psoriasis

La psoriasis es una enfermedad sin una causa única; puede ser desencadenada por diversos factores. Por lo tanto, es importante utilizar un enfoque integral para tratar la enfermedad, ya que es la única forma de abordar todos los aspectos del proceso patológico. Además, la respuesta al tratamiento varía entre las personas: mientras que algunos pueden mejorar solo con emolientes, otros necesitan fototerapia y metotrexato.

Afortunadamente, los tratamientos modernos para la psoriasis son bastante eficaces. Si se siguen estrictamente las recomendaciones del médico, la mayoría de los pacientes pueden controlar los síntomas molestos de la enfermedad.

El equipo de Liki24 les desea buena salud y que nunca tengan que lidiar con la psoriasis!

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